14 Sep, 2018. 09:50 hrs

Así será el rostro del ser humano en 100 mil años según científicos

Hace algunos años, el investigador y diseñador estadounidense, Nickolay Lamm, logró plasmar en ilustraciones cómo lucirá el rostro humano en los próximos


Hace algunos años, el investigador y diseñador estadounidense, Nickolay Lamm, logró plasmar en ilustraciones cómo lucirá el rostro humano en los próximos 100 mil años.

Según publicó entonces la revista Medical Daily, Lamm se basó en conversaciones que sostuvo con el doctor en genómica computacional de la Universidad de Washington, Alan Kwan.

 

Según el académico, la clave de la evolución humana es la adaptación de nuestra biología a las necesidades que irán surgiendo por una eventual colonización del sistema solar.

Esto implicará que dentro de 20 mil años, el cráneo será más largo de lo que estamos acostumbrados actualmente, para acomodar un cerebro de tamaño superior.

Dentro de 60 mil años, el cráneo seguirá aumentando, pero también lo harán los ojos. Las personas que viven más lejos del sol deberán adaptarse a mirar en espacios más oscuros.

También la piel estará pigmentada de manera distinta, para disminuir los efectos nocivos de la radiación ultravioleta fuera de la capa de ozono que protege la Tierra.

Dentro de 100 mil años, el rostro humano se habrá adaptado a nuevos criterios de belleza gracias al dominio total de la genética.

Se podrán encontrar líneas fuertes y majestuosas, narices rectas, ojos de mirada intensa y rasgos faciales simétricos.

 

 

Estas ilustraciones realizadas en 2013 no son tan descabelladas, según la comunidad científica. Para ellos, nuestro rostro ha ido evolucionando a tal punto de convertir al ser humano en la especie más expresiva de la Tierra, porque en lugar de intimidar, necesitaba llevarse bien con sus semejantes.

Según recoge el diario Clarín, para el genetista Adam Wilkins -autor de «Making Faces. The Evolutionary Origins of the Human Face» – las características físicas de nuestro rostro son«inusuales» en comparación al resto del reino animal.

«Nuestros ojos están muy juntos y miran hacia adelante, los arcos dentales humanos son desproporcionadamente pequeños en relación con el resto del cuerpo: tenemos dientes más chicos», puntualizó.

Para el académico, «en términos faciales, somos el animal más expresivo de la Tierra, capaces de recrear alrededor de 50 gestos. Eso ocurre porque tenemos un conjunto completo de músculos, los miméticos, que sólo se encuentran en los mamíferos».

En ese sentido, los principales cambios que ha sufrido nuestra cara es una cresta de frente reducida, derechamente aplanada, y un mentón menos pronunciado.

Para el catedrático de paleontología de la Universidad de Málaga, Paul Palmqvist, «si nuestro cráneo continúa evolucionando, lo previsible sería que continuase con esa juvenilización en las proporciones craneales«.

Esto llevaría a una cara más reducida, con órbitas oculares proporcionalmente mayores, un mentón de menores dimensiones y una bóveda craneal más globular y desarrollada. Este proceso se conoce como «neotenia».

Revisa a continuación la ilustración que hizo el retratista argentino, Néstor Canavarro, sobre la evolución del rostro humano desde el Australopithecus hasta el futuro.

 

 


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