Miami Beach quedó rendida ante el MTV Unplugged de Los Tres este 14 de septiembre de 1995. La banda nacional firmó un hito latino con un set íntimo, elegante y poderoso. De este modo, desde el inicio llovieron los aplausos
El ambiente respiró orgullo chileno desde el arranque. Álvaro Henríquez condujo la velada con carisma desbordante. Ángel Parra y Roberto “Titae” Lindl sostuvieron una base impecable. La mezcla instrumental resaltó matices finos y un pulso contagioso. Hubo silencios cómplices y estallidos celebrados.
Un formato acústico que abrazó la raíz chilena
El repertorio fue variado y lleno de energía. Entre los temas destacados, sonaron canciones clásicas del grupo en versiones acústicas muy buenas. Además, los arreglos mostraron nuevos detalles y melodías frescas. Por otra parte, cada pausa y final conectó con el público, que respondió con sonrisas y aplausos.
La jornada contó con invitados de lujo. Antonio Restucci desplegó maestría con cuerdas sensibles y fraseos precisos. En tanto, Cuti Aste aportó colores, climas y sutilezas que expandieron el sonido. De esta manera, la conversación entre instrumentos fluyó natural y la sala respondió con ovaciones repetidas y palmas rítmicas.
Un tributo sentido y una canción flamante
Esta noche contó con un emotivo momento. El grupo dedicó el concierto a la memoria de Roberto Parra. El gesto cruzó la sala con un silencio respetuoso. Así, la música tomó el peso de la dedicatoria y floreció con fuerza.
Luego, aparecieron las versiones de piezas ligadas a Parra. Hubo picardía, elegancia popular y cadencia de salón antiguo. El foxtrot “Quién es la que viene allí” desató coros espontáneos. La interpretación combinó swing, humor y una gracia muy chilena. El aplauso fue largo.
Además, sorprendió el estreno de “Traje Desastre”. La canción llegó con pulso hipnótico y melodía pegadiza. El arreglo acústico subrayó la voz y los detalles rítmicos. El público asentía con la cabeza y seguía el compás. La reacción fue inmediata y calurosa.
MTV cuidó cada toma. Además, las luces se combinaron muy bien con la madera y las texturas del set. Por su parte, las cámaras se acercaron a los gestos más pequeños, logrando una conexión íntima con los artistas. Gracias a esto, el ambiente se sintió cercano y cinematográfico. Mientras tanto, el sonido se mantuvo claro y profundo durante todo el concierto.
Esta grabación confirma la versatilidad de la banda chilena. El MTV Unplugged de Los Tres mostró un lenguaje propio y una identidad rotunda. Hoy, el rock y la música chilena ganó un capítulo inolvidable en clave acústica. La Quinta Región y todo Chile tendrán razones para celebrar por décadas.
