Nadie está libre de sufrir trastornos que afectan la salud mental. Ni siquiera las estrellas de Hollywood están al margen de estos problemas, cada vez más comunes en nuestra sociedad.
Un ejemplo es Chris Evans, quien recientemente reveló que solía sufrir ataques de pánico en medio de las filmaciones de sus películas y que casi lo llevaron a renunciar a la actuación.
El estadounidense dijo que fue mientras trabajaba en la secuela de los «Cuatro Fantásticos», en 2007, que comenzó a tener severos síntomas de ansiedad, que lo llevaron a perder roles en cintas como «Gone Baby Gone», «Milk», «Elizabethtown» y «Fracture».
Todo se habría originado luego de las malas críticas que recibían las películas en las que participó al principio de su carrera, como «Not Another Teen Movie» (2001). «Realmente comencé a pensar: ‘No estoy seguro de si esto (de actuar) es lo correcto para mí, no estoy seguro de si me siento tan saludable como debería sentirme'», aseguró.
Todo empeoró en 2010, mientras rodaba «Puncture». «Fue la primera vez que comencé a tener mini ataques de pánico en un set», confesó Evans en una entrevista con The Hollywood Reporter.
Justo cuando estaba pasando por ese mal momento, Marvel se contactó con él para el casting de «Capitán América». Una decisión que no fue nada fácil, pues si las cosas iban bien, él tendría un largo contrato de nueve películas por delante y un incremento de su fama a niveles insospechados, y no sabía si podría sobrellevarlo con su nivel de ansiedad.
«Mi sufrimiento sería mío», reconoció y afirmó que rechazó varias veces la oportunidad de audicionar a pesar de que las condiciones ofrecidas iban mejorando, incluyendo menos películas y un mejor salario.
Finalmente, cuando le ofrecieron el papel directamente comenzó a considerarlo en serio, hasta que aceptó. «Fue la mejor decisión que he tomado, y realmente se lo debo al (jefe de Marvel) Kevin Feige por ser persistente y ayudarme a evitar cometer un error gigante. Para ser honesto, todas las cosas que temía nunca se hicieron realidad», reveló.
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