15 Dic, 2020. 09:43 hrs

Carmina Riego y su difícil ingreso al mundo de las teleseries: «Era un nido de víboras»

La actriz Carmina Riego fue la primera invitada al nuevo ciclo del podcast Impacto en el Rostro. Allí se refirió a su carrera y su paso


La actriz Carmina Riego fue la primera invitada al nuevo ciclo del podcast Impacto en el Rostro. Allí se refirió a su carrera y su paso por las teleseries nacionales, que comenzó con un pequeño papel en Aquelarre.

“Fue una bonita teleserie”, recordó la intérprete quien además reconoce que entró ya mayor a este tipo de producciones. “Sabía que era un ambiente bien competitivo, bien jodido y entré un día ya mayor, más vieja, con muchos prejuicios, porque tenía la imagen de que era un nido de víboras“, confesó, según publica Página7.

¿Qué sucedió con su arribo al área dramática de TVN? “Era verdad, lo comprobé. En la tele he conocido gente súper linda, pero también la más asquerosa que he conocido en la vida“, afirmó ella. Agregando que “Sufrí harto durante muchos años, había mucho codazo entre los actores, deslealtad, gente que dirigía y no estaba capacitada. Harta cosa que también se ha visto ahora desde el movimiento de las mujeres. Había mucho de eso”.

“Ambiente erotizado”

“Siempre había una idea de que a las mujeres nos tocaba la mina rica. Era por ser rica o no ser rica o andar haciéndose la rica. Había que aceptar y darle el gustito a los hombres que trabajaban ahí, no todos, pero muchos productores medios, que no sólo tenías que cumplir bien con tu trabajo, sino que hacerlos disfrutar de tocarte, abrazarte y otras cosillas más“, sostuvo la actriz.

“Había como un ambiente general bien erotizado”, confiesa, añadiendo que dicho panorama no pasaba por Quena Rencoret, directora de Aquelarre, sino que era más bien “una cosa aceptada socialmente. Era una cultura del canal, de somos ganadores, en donde TVN ganaba todo”, aseguró.

Eso sí, Carmina aclaró que “no digo que hubo hechos de violencia sexual brutales, pero había una licencia, en donde además de ser actriz, tenías que cumplir un rol de objeto de placer para los señorones. Eso me hacía sufrir mucho”, admite.

“Yo no tenía herramientas para decir ‘oye, ¿por qué no te vas a la chuch…? Ahí a ti te mandaban a la chuch…, porque peligraba tu continuidad en el trabajo“, sostuvo, finalizando diciendo que actualmente ya no se ve eso. “Ahora no, para nada, se ha profesionalizado mucho todo”, cierra.


Contenido patrocinado