Payton había armado su volcán falso utilizando diferentes piezas de dulces, incluyendo una montaña de chocolates y alfileres para que se mantuvieran firmes. El perro de dos años logró botar este armado y después se comió todo, tras lo cual el Labrador, tuvo que ser sometido a una cirugía de emergencia para quitarle los alfileres y el chocolate, algo que es muy tóxico para los perros.Tras su paso por la clínica, el perro ya se encuentra mejor, además el pequeño Payton hizo otra vez el volcán, gracias a su esfuerzo obtuvo la nota más alta por su proyecto.