El actor estadounidense Kirk Douglas, no solo dejó para el recuerdo un gran legado cinematográfico con películas como «Espartaco» y «Senderos de gloria», ambas junto a Stanley Kubrick, sino también una organización benéfica para «ayudar a aquellos que de otra manera no podrían ayudarse a sí mismos».
El actor, que falleció el pasado 5 de febrero a los 103 años, nunca fue reconocido por la Academia de Cine con un Oscar al mejor actor, aunque sí le concedieron uno honorífico en 1996, quizá demasiado tarde. Ahora, dos semanas después de su deceso, se han hecho públicas las últimas voluntades del padre de Michael Douglas.
De los 61 millones de dólares que poseía, en su testamento el actor dejó estipulado que lega 50 a la Fundación Douglas, la organización benéfica que cofundó hace casi seis décadas junto a su esposa Anne Buydens Douglas.
La sociedad ayuda al Hospital Infantil de Los Ángeles, el Centro de Infancia Kirk y Anne Douglas, a la Universidad de St. Lawrence, al Templo Sinaí de Westwood y al Teatro Kirk Douglas de Culver City. Por ahora se desconoce a cuál será el destino de los nueve millones de dólares restantes, publica Mirror.
En vida, Kirk Douglas ayudó con sus donaciones a construir más de 400 parques infantiles y ofreció su apoyo al Instituto Northridge. En 2015, el padre de Michael Douglas donó 15 millones de dólares para construir una casa de acogida para actores que padecen alzheimer, conocida como «El asilo de Harry».
