15 Oct, 2020. 08:39 hrs

«Víctima de por vida»: Tribunal determinó rebajar pena a mujer que mató a su hijo de un año y medio

El Séptimo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago condenó a siete años de cárcel a Kimberly Ianira Medina Moraga, mujer declarada


El Séptimo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago condenó a siete años de cárcel a Kimberly Ianira Medina Moraga, mujer declarada culpable del asesinato de su hijo de un año y cinco meses, en julio de 2018, a quien apuñaló varias veces para luego tratar de suicidarse.

En su fallo, el tribunal explicó que, si bien por el delito de parricidio la pena correspondiente va de presidio mayor en su grado máximo a perpetuo, decidió bajarla en dos grados por considerar que la mujer es “víctima de por vida” del crimen y su estado mental al momento de perpetrar el delito. 

La instancia tuvo “en cuenta el estado mental en que se encontraba la sentenciada al momento de cometer el delito, que a juzgar de la forma de comisión, el anuncio previo sobre su ocurrencia (en redes sociales), la adicción a las drogas y el alcohol, las circunstancias familiares que da cuenta y el deseo de terminar su vida llevándose de ésta a su hijo, solo puede justificarse de un obrar sin conciencia al borde del actuar de un enajenado”.

“Recordemos el tenor de su carta publicada en Facebook ‘hoy sábado 28 de julio mi vida junto a la de mi hijo menor terminan. Mi vida no tiene sentido. Estoy vacía por dentro. Siento que nadie me quiere y no tengo un norte ni un sur. Yo con mi hijo menor nos vamos de este mundo y no quiero dejarlo en esta vida de mierda….’. Claramente su salud mental estaba desequilibrada y las circunstancias que la rodeaban, para ella sin sentido, la llevó a tan dramática decisión, en la que creyó su destino sería otro”, agrega.

El tribunal describe a la victimaria como “una mujer trabajadora, madre abnegada responsable y dedicada, amante de sus hijos y ocupada en los mismos”. “Y, suma, por decisión de mayoría, la atenuante del 11 n°9 del Código Penal. Teniendo en cuenta sin duda alguna la extensión del mal causado, que más allá del horrible desenlace de su hijo menor, la convierte en víctima de por vida, si es que el sistema logra que se recupere mentalmente de su desequilibrio pues imposible parece que se libre de la aflicción“, añade.


Contenido patrocinado