11 May, 2022. 16:51 hrs

Cristo de Mayo: ¿Cuál es la leyenda de «El Señor de los temblores»?

Por tercer año consecutivo, la procesión de la figura no se podrá realizar debido a la pandemia, ¿significa que habrá temblor?


Cristo de Mayo
Crédito: Agencia Uno

Uno de los rituales más sagrados de Santiago lleva 3 años sin hacerse. Estamos hablando de la procesión del Cristo de Mayo; mejor conocido como «El señor de los temblores«. Esta, nuevamente, deberá esperar debido al avance de la pandemia de COVID.

Recordemos que la ceremonia se celebra cada 13 de mayo; y tuvo su origen en 1647. Todo cuando, según cuenta la leyenda, la figura fue lo único que quedó en pie luego de que un gran terremoto destruyera Santiago; cobrando cientos de vidas.

¿Qué tan real es la leyenda del Cristo de Mayo?

Según explicó Marco Cisternas, del Instituto de Geografía UC Valparaíso; «una posible fuente de ese terremoto es la falla de San Ramón; sin embargo, no tenemos pruebas científicas».

«Si sabemos que fue interplaca, podríamos determinar cuánta energía está acumulada en esa falla para un futuro terremoto; pero sí podemos decir que si ocurrió un terremoto tan destructivo en Santiago en 1647 es seguro que va a ocurrir en el futuro”, añadió.

Sin embargo, según afirmó Alfredo Palacios; docente investigador de la UAC; la figura si mantendría una relación, al menos por coincidencia.

«En 1959 no se celebró (la procesión) y tenemos el terremoto de Valdivia de 1960; el año 1984 no se celebró, y en 1985 tenemos nuevamente un terremoto; y el año 2009, tampoco se celebró la procesión y tenemos el terremoto de 2010«, agregó Palacios al respecto.

El milagro detrás de la figura de yeso

Según reportó La Cuartala leyenda de la figura de yeso de «El Pulento»; los sacerdotes de la Iglesia de San Agustín (ubicada en la calle Estado), se dirigieron al templo luego de un terremoto que duró «tres credos completos».

Al llegar a lugar, comenzaron a llorar al ver una señal divina: la Iglesia estaba completamente destruída, pero el Cristo seguía en pie. Solo un detalle había cambiado, su corona de espinas había caído a su cuello.

Hasta la fecha, el mito aseguro que si alguien trata de mover la corona de espinas del cuello de Cristo; vuelve a temblar. Aunque nadie lo ha podido comprobar.


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